lunes, 21 de marzo de 2011

Nunca fuimos agua




NUNCA FUIMOS AGUA


Una amarga sensación
habituada a ser inapetencia de soliloquio
acrecentándose marchita en su furia
y como si de una boca de hielo que mordiera sangre y luz
inevitablemente digeridas se alimentara
a llamaradas oscuras
entre silencio y lenguaje hoy extingue
el cántico más dócil más tibio
de un pasado aniquilado en su añoranza
y contra un lamento abatido en derrumbe

Porque esta mano que ayer elucubrara
dictados fidedignos a una piel,
no siendo ya tacto amante
o pasividad indeleble que pudiera recostarse
sobre otros lechos de sedas y alegorias amables,
por entre las rutas y recorridos
que de suavidades enamoraron sus dedos,
bajo sombras necias
de elocuentes o divagadas disertaciones,
enguanta su adolorida memoria con falsedades,
analgésicos y olvidos,
y escribe

Nunca fuimos,
nunca alcanzamos libremente a ser,
...nunca seremos
agua mansa que calme sosteniblemente la sed
de un abrazo innecesariamente saciable
o al menos metafóricamente su beso



Rosa Iglesias
24 enero 2011