martes, 29 de mayo de 2012

Dolce vita

.


Allí estaba :
en el cajón de la noche.

Descorrí con miedo
el velo de sopor que me envolvía.
Hundiéndome, en esa nube de autoengaños,
intenté evaporarme.
Después,  me recluí etérea
en la inconsciencia vana de su quiste.
Era ya, sola,  la culpa,
la dulce mentira
que venía a justificar con matices de analgesia
tan incongruente falacia.



Rosa Iglesias
29 mayo 2012

lunes, 28 de mayo de 2012

Apuntes diarios

Necesito urgente, del agrio fruto,
la dulce fertilidad con que mi tierra nos abastece;
del purificante aroma
que embriaga vestiduras y lienzos ornamentales, el jugo;
me es imprescindible para el vicio cotidiano
con que humildemente persevero
en mi debilidad de pecadora,
la llama que lo fecunda de sahumerios fátuos en mi rito;
también, del límpido brillo
con que mis pasos labran su huella,
el lustre enlutado para que los dignifique y exalte.
Debo procurarme, sin esperar un día más,
el alimento que orbita huero en el seno de las aves
cuando, entre máximas libertades, se gesta.
Y ya bien pueda esperar a mañana, el resto,
pues mis austeros recursos, casi inhumanos,
aún no han sido reflejados
en mi empobrecido espejo de posibles


( Interpretación más abajo)



LISTA DE LA COMPRA

Naranjas dulces
Suavizante
Un encendedor
Betún negro
Y huevos de granja
(Pasar por el banco a ver si de casualidad han ingresado ya
la puta paga...)



Rosa Iglesias
26 mayo 2012

Sueños

.


Son diez los dedos de las manos;
los mandamientos, que no he cumplido;
los desencantos, que escuecen
de servidumbre, en los ojos,
hartos de rabia y de delincuencias ajenas

Quise deciros, AMO...
y se me escapó, entre el aliento y la palabra,
una locura irreverente que me embadurnó de pena
Abrazé la oscuridad profunda..., pero sin fe;
descubrí aquel rincón centrípeto
en donde soslaya sus mentiras, la memoria

Y si acaso crucé algún río innavegable, hacia la muerte,
debo admitir que nunca supe remar con ambos remos :
siquiera hubiera llegado así, y a duras penas,
a disolverme gota en el mar

Pero era inevitable:
la magia me arrastró, con un oleaje de coincidencias
hacia la placentera cuna de mi propio origen

Allí soñé...



Rosa Iglesias.
7 mayo 2012