.
Dejadme proseguir
traspasando las trincheras y cuarteles del olvido
Os conmino a ser leyenda de los fosos subterráneos,
a pertenecer a los poblados de los dioses descreídos
Acercaos
para que os susurre, sangre en los oídos,
con palabras extintas de lo centrípeto y lo arcano
Soy degüello en las gargantas exiladas,
patrimonio enmudecido de los vientos sin origen
Tomadme como centro potencial,
como vestidura , como ornamento,
como muelle
Herradme los cascos
que desgajaron con sentencias los caminos
Los trotamundos que me acompañan
hablan y hablan, desde su herida mortal,
como profetas arrostrados,
- están condenados, sin juicio, al silencio en extramuros...-
Somos potencia y somos acto;
al tiempo, somos fuente y somos
el amasasijo de su barro
Especulad sin tregua contra vuestras miserables economías,
seguid convirtiendo en gigante el engreimiento exacerbado del enano
Hoy ya no tenemos salvación
Nuestra descendencia es el testamento de la derrota
Nadie, en las entrañas de la tierra , sigue vivo
Rosa Iglesias
22 Mayo 2011
domingo, 22 de mayo de 2011
Testamento y fallo
domingo, 8 de mayo de 2011
Hoy sólo hago historia de ti
.
Te comunicaba, amor,
que tanta furia de tí
ni merece la pena ni la verdad de mi olvido
Si tuvimos paredes abiertas
a los eclipses tendidos
y a sus redes,
nuestros pasadizos, al vivir enamorados de la sombra,
no supieron diferenciar la ténue claridad de lo celeste,
en el registro más grave de la luz
ni en la agonizante cruz
de su atormentada hendidura
Ni la opacidad blanqueada
por el milagro fugaz y casual de tenerte
me dio cobijo, u hospedaje en su cuna,
con el andamio vital de la suerte,
porque, la magia
y nuestros letárgicos duendes,
dormitaban su dorada luna de miel
sobre el lecho nupcial de la muerte
Por eso es que, hoy,
ya sólo hago historia de ti
Rosa Iglesias
7 mayo 2011
Te comunicaba, amor,
que tanta furia de tí
ni merece la pena ni la verdad de mi olvido
Si tuvimos paredes abiertas
a los eclipses tendidos
y a sus redes,
nuestros pasadizos, al vivir enamorados de la sombra,
no supieron diferenciar la ténue claridad de lo celeste,
en el registro más grave de la luz
ni en la agonizante cruz
de su atormentada hendidura
Ni la opacidad blanqueada
por el milagro fugaz y casual de tenerte
me dio cobijo, u hospedaje en su cuna,
con el andamio vital de la suerte,
porque, la magia
y nuestros letárgicos duendes,
dormitaban su dorada luna de miel
sobre el lecho nupcial de la muerte
Por eso es que, hoy,
ya sólo hago historia de ti
Rosa Iglesias
7 mayo 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)